lunes, 15 de septiembre de 2008

A veces sale a veces no.

'''Breve reseña histórica acerca de la ingeniería, diseño y consecuencias naturales, de algunos inventos del hombre.'''



Desde tiempos inmemoriales, el hombre, ha tratado de reconstruir la historia, procedencia y detalles de sus invenciones pasadas, rastreando y recopilando información acerca de sus creadores, contextos históricos y algún otro tipo de información útil.

He aquí un ensayo que intenta reproducir esta practica deductiva y formativa acerca de los inicios de un invento tan revolucionario como el ''inodoro''.


Según las escrituras de ''Don Maximus Cacaenux'', antiguo Historiador y Científico del cual jamás se cuestionó su idoneidad en ningún estudio, tema ni asunto, la autoría y diseño inicial del artefacto, corresponden a una facción disidente de los egipcios, que se distinguía por su fe selecta. Es decir, se les reconocía como creyentes o devotos, de solo algunos dioses y no de toda la casta divina de aquel entonces. En particular, despreciaban al dios Horus''. ''Ya que también, se definían en contra de dioses relacionados con el faraón y la nobleza. De ahí el primer nombre del aparato sanitario, Inodhorus, traducido ya, a la conocida expresión ”''Y no Horus!''”, usada por estos disidentes en los debates y mítines que organizaban detrás de las esfinges los Sábados por la tarde. Los ''exgipcios'', así llamados por el resto de la civilización, ya que no se los consideraba parte productiva de la misma, diseñaron el rústico artefacto como medida de expresión y protesta hacia el subconjunto de dioses rechazados por su credo y a las castas eclesiásticas que los representaban.

El primer problema que apareció en dicho invento, se cree que proviene de la reducida creatividad geométrica aplicada a los objetos por parte de los egipcios. Ya que, prácticamente, todos sus utensilios o herramientas solían tender a una forma piramidal (por ejemplo las flechas para cazar palomas o caranchos, así como también las camas donde dormían o el jabón).

Luego de extensas expediciones arqueológicas realizadas a cargo de un discípulo de Don Maximus, el menos conocido y mas cuestionado ''Minimus Mitomaneux, ''se redescubrió el primer inodoro. El cual fue descripto por ''Minimus'' como una pequeña pirámide, aproximadamente alta hasta las rodillas de un humano de aquellas épocas, con la particularidad de poseer un filoso orificio por donde se supone que los exgipcios expresaban su escatológica ideología.

Numerosos historiadores del orden de Maximus, adhieren a la teoría que explica la desaparición de los exgipcios. Ya que, luego de utilizar este rústico método, la gran mayoría perecía de hemorragias internas, medicinalmente incurables en aquellos tiempos.

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