miércoles, 5 de mayo de 2010

los momentos del ayer

Los momentos del ayer. Los momentos del ayer son aquellos ya guardados, archivados, escondidos.
Sepultados en cajones polvorientos, custodiados por perfectas y entramadas telarañas que los mimetizan con las redes de la mente, nos esperan. Nos miran.
Dispuestos y espectantes del envidiado hoy, aguardan el momento de ser, de recordarnos algo.
De sacarnos de algun entreverado y complicado instante del agoviante y difuso presente.
Los momentos del ayer no son solo eso, son mucho mas. Son como cabos de hilo que llevan a otros cabos,
a otras puntas. Algunas que, ilusamente creimos perdidas.
Los momentos del ayer son pasadizos a esas catacumbas que nos esperan, que nos quieren transmitir alguna
verdad masomenos rumiada, masticada. Solo nos resta recordarla y volver a digerirla, pero con otro paladar. Un paladar mas atento, mas exigente, mas dispuesto.
Algunas veces nos sentimos atormentados, tal vez, de tantos cabos por atar. Quizas no haya que atarlos. Quizas solo haya que seguirlos a ver que nos dicen, que nos quieren dejar por pista.
Encuentro sumamente entretenido caminar por esos andariveles y cuerdas flojas que me dejan como mirando
al sudeste, como perdido en un punto. Me quedo haciendo rollitos con la barba y queriendo plasmar en palabras los flujos de pensamientos que atraviesan mi cabeza cuando viajo por el tiempo. Es algo imposible de hacer, al menos, para mi. Tan solo puedo dejar un cabo suelto en forma de palabra que, mañana, tal vez lleve a hoy; un momento del ayer.